lunes, 31 de diciembre de 2012

Accidente.


2 de febrero de 2009.
2 minutos fueron los que terminaron con mi 2009 recién empezado.
2 acompañantes.
La pista de reproducción sonaba con Vale de Fito Paez.
Hablábamos con mi papá sobre qué tan asqueroso tenía el pelo. Mi hermano, adelante escuchando la conversación, que no llevaba a nada.
De repente, volcamos. Volamos por los aires.
Así de descriptivo. No tengo idea de lo que pasaba antes y lo que pasó después.
Solo me acuerdo la camioneta invadiendo el espacio de dos carteles, con señales de transito. En vano. Terminaron como nosotros.
"papá que haces!?". fue en vano también.
Ruido de vidrios rompiéndose contra el asfalto. Chapas abollándose. Golpe seco. Pérdida de conciencia.
Abro los ojos y miro mis manos. Llenas de sangre. Yo, sobre el pasto. Mi papá corriendo de un lado para otro, desesperado, sin entender un carajo.
La gente intentando calmarme y yo intentando descifrar que mierda hacia tirada en el suelo, intentando creer lo que estaba pasando.
En mi cabeza, mi mamá estaba muerta. En la realidad, mi mamá estaba durmiendo, sin imaginar el desastre que acababa de pasar.
Un llamado la despertó. 8:05 am. Malas noticias.
Mi hermano, a 10 metros del desastre irreconocible que antes solía ser una Eco.
El cinturón salva vidas pero no la cabeza. No mi cabeza, ni la de mi hermano.

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