Entonces qué es lo que estamos esperando? Que nuestros dedos
se acalambren?
Que las teclas pierdan su identidad porque nos quedamos con
la tinta de la letra que las identificaba, impregnada en nuestras huellas
digitales?
Tal vez estamos esperando que los celulares y computadoras
comiencen a sacar chispas por abusar tanto de ellos por las noches.
Vivimos especulando y no nos animamos a otra cosa más porque
sentimos vergüenza. Entonces mejor imaginarlo.
Estaremos esperando que nuestros ojos sangren por estar a través
de una pantalla tanto tiempo?
Los parques y las plazas se reirán de nosotros. Necesitamos
aparecer.
Andate de donde estés y trae tus ganas y curiosidad para
acá.
Yo voy a hacer lo mismo. Cuando me atreva. Cuando lo que me
ponga contenta sea tu roce y no el sonido de mi celular vibrando.
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