miércoles, 12 de marzo de 2014

Interrupción.

Estoy para despertarme a las 4:55 am. Con la cara desorbitada, con los ruidos de la calle, la vejiga llena, la garganta dolorida, con los sueños cortados, y tengo necesidad de tomar algo. Pero está el miedo de bajar, como siempre.
El se acuesta al lado mio y espera a que me despierte para asustarme. Al rato me quedo en silencio sintiendo el aire que entra por la ventana. Escuchando cada cosa que se filtra a parte de la calle. Empiezo a escuchar ruidos que me asustan. Mi corazón late con cautela y mis pupilas se achican lentamente, a la vez que mis ojos se agrandan hasta quedar como enormes platos de vidrio. Entonces un milésimo ruido me alerta y estos platos se rajan.
Me levanto de la cama y cierro mi habitación con llave.
Después prendo la tele y busco una falsa sensación poniendo los dibujitos y siento que todo va a estar bien. Al rato me vuelvo a dormir. Con todas mis inquietudes cargadas en el cuerpo ahora consciente de cada una.
Y no pienso hacerme cargo de ninguna porque a pesar del sonido y los colores que despide mi televisor, todavía tengo miedo.

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