Vas y venís. Das y recibís. Creas, reís, lloras, te enojas.
Viajas lejos. Ves a tus seres queridos. Progresas, evolucionas, escribís.
Y eso te hace feliz. Estas feliz. Sos feliz.
Son pocos los problemas que te preocupan y son pocos los días que pueden llegar a durarte si son graves.
Te llenas de vida.
No se si voy. No se si vuelvo. Doy y no recibo lo que espero. No hago bien las cosas. Lloro. Me enojo.
No tengo a donde viajar si no es por el trabajo. Todos se encuentran de vacaciones. Me encuentro estancada hace meses.
No se avanzar, o no puedo. O no quiero. Porque todo lo que intento es en vano. Frases repetidas se cruzan por mi cabeza. Frases ya conocidas, sin respuestas que me puedan hacer bien.
Soy un problema. Mi cabeza es un problema. No encuentro lo interesante. Me desespera.
Me siento en el piso y lloro. Las cosas que se encuentran al rededor mío se elevan y empiezan a estrellarse contra las paredes de mi habitación.
Escucho gritos que rebotan por cada rincón dejándome sorda una y otra vez.
La música todavía corre contra la corriente, rompiéndome los tímpanos. Me duele mucho la cabeza, siento que va a explotar. Tal vez sea mejor. Tal vez cada uno de mis problemas se vaya a la cabeza de otra persona o vuelen por los aires, se escapen por las ventanas.
Quiero que todo esto pare pero no encuentro la manera de mantenerme en pie, sin caerme, sin perder el control.
Papeles vuelan al rededor mío. Papeles chiquitos, con frases cortas.
"te quiero tanto". "te amo". "te quiero hasta el infinito y más allá". "me quedaría una eternidad con vos"
No.
Estas fuera de mis capacidades de control sobre las cosas. Todo empieza a prenderse fuego a mi alrededor. Papeles, corazones, cajas, muñecos.
Me arrincono contra la pared implorando que las llamas no se me acerquen, porque todavía espero.
Una braza salta hacia mi pelo. Empiezo a sentir como se expande el ardor por cada parte de mi cuerpo.
El fuego busca mi cabeza. Pero vos estas por debajo de todo eso. Nada puede sacarte ni quemarte.
Mantengo la posición que tenía antes de que empezara este infierno de todos los días.
El reloj vuelve atrás sus agujas. Mi pelo está intacto. Mi cuerpo también. Los objetos en su lugar.
Yo estoy sentada en el piso. Y vos seguís acá.
Qué impotencia siento desde este lado :(
ResponderEliminarSi pudiera ayudarte me lo dirías, o no? Espero que sí, sino me enojaría.
Y te mando un abrazo muy largo, aunque sé que no te gustan. Ya te vas a acostumbrar.
Ya sabes los motivos. Gracias por los abrazos, yo también forro ♥♥
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