La luz solar que entra por sus pupilas, se encarga de dilatarlas al límite, para dejar apenas un anillo color
celeste que las rodea.
Suposiciones inconclusas acerca
de drogas o temas de luz y oscuridad quedan flotando en el espacio.
Solo bajo sus párpados encontré a las causantes de ese ruido que
llamaban mi atención.
Solo en sus partes tapadas noté la más sensible de las pieles.
Sus oídos se saturan fácilmente
por ruidos provenientes de infinitos disparadores.
Caudales insostenibles desembocan por sus lagrimales agotando la
mirada. Hinchando los párpados, provocando un tono grisáceo por debajo de sus
ojos que contrasta con la blancura de su piel.